LOS PRIMEROS DESAFIOS DE LA VIDA NUEVA

"Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,  ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”  Romanos 8:37-39

Objetivos:

• Que el nuevo creyente conozca cómo estar preparado para resolver triunfalmente los problemas que pueden surgir en su vida Cristiana.

• Que el nuevo creyente aplique correctamente la Palabra de Dios (Biblia) en defensa de una vida victoriosa valorando la importancia de la salvación.
• Que el nuevo creyente pueda mantenerse firme en las diversas dificultades que intentan apartarlo de Dios.

Introducción.

Ahora que el nuevo creyente ha creído en Jesucristo como su único Salvador, hay un cambio en su vida. Se puede comparar a la transformación que tiene una simple oruga en una hermosa mariposa, que al iniciar su vuelo se enfrentará a diversas adversidades en el que peligrará su vida; puede ser el frío, la lluvia, o la amenaza constante de ser atrapada. Al igual que a la mariposa, en esta vida nueva como cristiano, pueden surgir problemas que tratarán de afectar nuestra relación con Dios, sin embargo, con la ayuda del Señor Jesucristo, ¡Saldremos adelante!

A continuación plantearemos algunos de éstos problemas y sobre todo cómo mantener y acrecentar la vida de gozo en el Señor.

Temas a Tratar:

A.-La Importancia de valorar o apreciar la salvación

B.-Problemas en nuestra vida como cristianos

C.-Plan de defensa para vivir en victoria

A. La importancia de valorar o apreciar la salvación.

A.1 El valor de la salvación.- Cuando una persona recibe como obsequio una joya de gran valor, su principal preocupación es cuidarla y no extraviarla, considerando el alto precio de la misma. De la misma manera, hemos recibido un gran regalo o "don", directo de Dios, nos referimos a la salvación, que cuidamos con temor y temblor, ”Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,”

Filipenses 2:12.

De esta salvación, es cierto que no pagamos nada, ya que el precio fue pagado por Cristo Jesús, quien no estimó su vida, ni se aferró a ella, sino que, de acuerdo a la Biblia, se despojó a sí mismo y con su sangre nos limpió de todo pecado, “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.” 1 Timoteo 2:5-6;

“sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,” 1 Pedro 1:18-19

“pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.” 1 Juan 1:7. El precio de la salvación de nuestras almas, lo pagó Jesús cuando murió en la Cruz del Monte Calvario, por ello su valor es incalculable; ahora procuramos el cuidado de esta bendición y buscamos constantemente el crecimiento espiritual.

A.2 Vivir la vida cristiana.- Algunos piensan que con tener una conducta moral están viviendo como verdaderos cristianos. El ser cristiano es seguir el ejemplo y vivir la vida de Jesucristo, dicho de otro modo es practicar las enseñanzas de Cristo Jesús. Esto sin duda, no es sencillo, Jesús mismo lo vivió, pero nos invita a seguirle: "Si alguno quiere venir pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame", Lucas 9:23.

El propósito de manifestar que en la vida cristiana hay adversidades, no es con el fin de desalentarles, antes bien el de asegurar que ahora no estamos solos, tenemos un ayudador,  el que dijo: "No te desampararé, ni te dejaré", Hebreos 13:5, a Jesucristo quien promete estar con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo, “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” Mateo 28:20.

B. Problemas en nuestra vida como cristianos

Quizás surjan en este momento preguntas como las siguientes: ¿Qué tipo de problemas tendremos? ¿Cuándo será esto? ¿Qué actitud tomaré? y otras más.

Es importante señalar que somos cristianos dispuestos a seguir a Jesús, el Señor y dueño de nuestra vida, también está Satanás que tratará de destruir la obra de Dios en nosotros; para ello recurrirá a diferentes medios que pueden ser internos o externos. Los internos son aquellos conocimientos que hemos acumulado  y que pueden constituirse en prejuicios, impidiéndonos comprender las verdades bíblicas. Dentro de este tipo se encuentran las dudas, que podemos clasificar en:

B.1 Medios internos que usa el diablo

-Dudas intelectuales

-Dudas espirituales

Las dudas intelectuales: Afectan los fundamentos de nuestra fe, algunos ejemplos pueden ser: dudar de la inspiración divina de la Biblia, de la divinidad de Cristo o de la Divina Trinidad de Dios.

Es innegable que hay algunas verdades bíblicas que aceptamos por  fe, porque están por encima de nuestra razón. De la misma que hay parásitos que nuestros ojos no pueden ver, así hay verdades que nuestra razón no puede explicar, pero la mayoría de ellas se fundamentan en verdades históricas que afirman  la autenticidad de nuestra fe; por ejemplo: los argumentos negativos acerca de la Biblia como inspirada por Dios, han desaparecido cuando se ha comprobado que es el único Libro capaz de cambiar la vida del ser humano.

Las dudas espirituales: Afectan nuestra experiencia en relación con las verdades que creemos y aceptamos. Por ejemplo: en ocasiones hemos llegado a pensar: La Biblia dice que Dios perdona nuestros pecados. pero pensamos: yo soy malo. ¿Me habrá perdonado?

• Dios me ama, lo sé, pero si me ama. ¿Por qué permite que sufra tanto?
• ¿Dios oye la oración ?... pero si oye las oraciones ¿Por qué no ha contestado las mías?

Este tipo de dudas a veces nos afectan causándonos depresiones o angustias, pero provienen del enemigo de nuestras almas, que las susurra al oído queriendo engañarnos; Satanás es el padre de la mentira y quiere desviar nuestra confianza de las promesas que nos dio Jesucristo, “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.” Juan 8:44.

Las promesas de Dios son fieles y verdaderas. Jesús dice: “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré...". Juan 14:13. El es el mismo por siempre y no cambia, todo lo que promete sigue vigente para siempre. “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” Hebreos 13:8.

B.2 Medios externos que usa el enemigo.-

Son aquellos problemas que surgen en la relación con las demás personas, pueden ser familiares, amigos o compañeros de trabajo, que no entienden o ignoran el significado del cambio experimentado en nuestra vida. Esto es aprovechado por el diablo, y desencadena toda clase de oposición en contra de los nuevos creyentes, por ejemplo: insultos, burlas, amenazas, desprecios, enojos o agravios. Si el nuevo cristiano no esta firme en la roca inconmovible que es Cristo, “Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.” Salmos 71:3, quizá piense renunciar a su fe. Cristo Jesús también recibió manifestaciones diversas de oposición, tanto de sus familiares, como de sus conciudadanos y de sus enemigos. Aún en la cruz mostró un profundo amor, abrió sus labios y dijo: "Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen". Cristo nos enseña a amar y no a odiar, "Amarás a tu prójimo, como a ti mismo”. Mateo 5:44. Si deseas agradar a Dios, no debe sorprenderte que el mundo se burle de ti, te ridiculice por tus creencias, te acusen de tonto, de fanático, de loco, de santurrón, de aleluya, levanten calumnias contra ti y te odien; eso y más puedes soportar con paciencia y amor. Todo esto es duro y difícil. “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”Juan 16:33, nos desagrada ser el blanco de las burlas, de acusaciones falsas. pero no podemos evitarlas. La realidad es que se presentan muchas dificultades, “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.” Mateo 5:11, sin embargo, los beneficios son muchos, el principal es la amistad de Jesús que nos da profunda seguridad, tranquilidad, gozo y vida eterna.

El sufrimiento, en cualquiera de sus formas: enfermedad, pérdida de bienes, muerte de seres queridos y desengaños, es otro tipo de adversidad, siempre aprovechado por el diablo para sembrar inquietud, angustia y duda.

Al ser humano no le gusta sufrir y muchas ocasiones nos preguntamos: ¿Por que permite Dios que sufran sus hijos?  En esta ocasión se considerarán tres clases de sufrimiento:

Por nuestros propios pecados.- A veces el sufrimiento es fruto de nuestros pecados. Un ejemplo es el hombre que regresa a su vicio y las consecuencias se reflejan en la ruina de su economía, salud y familia. El sufrimiento llega como consecuencia misma del pecado, sin embargo, la misericordia de Dios es grande y por medio de ésta prueba, corrige a sus hijos y los disciplina; como el padre llama la atención al hijo que ama. “y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.” Hebreos 12:5-8

Por ser cristiano.- También es cierto que Dios permite el sufrimiento para que la fe sea probada y produzca paciencia en nosotros, como el oro es probado para obtener una hermosa joya, así somos moldeados por el gran escultor del universo para hacer de nosotros un metal precioso. “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.” Santiago 1:2-3.

Con carácter preventivo.- Dios lo permite para forjar nuestro carácter cristiano, moldearlo para facilitar el crecimiento espiritual como ocurrió con Job y el aguijón que padeció Pablo, “Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” 2 Corintios 12:7-9. Este tipo de prueba, como en el caso de Job, está graduada por Dios, “al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.”1 Pedro 5:9-10.

En cualquiera de estas manifestaciones del sufrimiento, como cristianos confiamos en nuestro Señor Jesucristo, a pesar de pruebas, enfermedades, luchas; alabamos siempre al Rey, porque el gozo de Jehová es nuestra fuerza. “Estad siempre gozosos.” 1 Tesalonicenses 5:16. Cristo proporciona paz en medio de cualquier tempestad o adversidad, recordemos lo dicho a los Filipenses: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece", Filipenses 4:13. 

C. Plan de defensa para vivir en victoria

Los problemas citados son algunos de los que se pueden presentar al dar nuestros primeros pasos con Jesucristo y pueden afectarnos, sin embargo, no estamos desprotegidos, he aquí un plan de defensa:

C.1 Tener una mente positiva: Pensar y estar completamente seguros en la felicidad de ser cristiano y vivir una vida victoriosa. Expulsar de la mente las ideas pecaminosas (fornicación, borracheras, adulterio, orgullo, celos, venganza, envidia, mentir, rencor, avaricia, crítica, etc.) que pueden hacernos caer. El pecado ya no gobierna nuestra vida, está vencido “sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; más en cuanto vive, para Dios vive. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.” “Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.” Romanos 6:9-14 y 22

Podemos llenar nuestros pensamientos de la Palabra de Dios, de alabanzas a Dios, de formas para predicar y ayudar a otros, y de amor para quienes nos rodean. Recordemos que Jesús no sólo condena el acto, sino también los malos pensamientos que originan las acciones “Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,” Marcos 7:21,

“sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.” Santiago 1:14-15.

C.2 La presencia de Cristo en nuestra vida “para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,” Efesios 3:17.- Es necesario que día con día tengamos la seguridad de que Cristo habita en nuestros corazones, porque sólo El nos da poder, potestad y autoridad, por medio de las cuales “somos más que vencedores,” Romanos 8:37.

Permitamos que Cristo ocupe el trono de nuestra vida y así nos dirija confiadamente.

C.3 Velar y orad, “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;” 1 Pedro.5:8.- Velad quiere decir no dormir. En el sentido espiritual somos llamados a no descuidarnos en nada, porque si lo hacemos, nuestro adversario encontrará la manera de hacernos daño. Para estar despiertos es necesario mantenernos en continua actividad cristiana, tanto individual como en grupo; cantando, orando a Dios, sirviendo a nuestros semejantes, escudriñando la Palabra de nuestro Padre Celestial, dando testimonio a otros de la salvación que recibimos; pasar tiempos ociosos representa dejar lugar al diablo y que con ello nos estorbe.

  

C.4 Crecimiento espiritual.- Una vida espiritual constante en crecimiento es una gran defensa en contra de todas las adversidades; y así como un cuerpo físico bien alimentado tiene músculos fuertes en defensa contra las enfermedades, la vida espiritual creciente también es una defensa contra el pecado.

Procuremos estar llenos de la presencia de Dios, que nuestra vida dependa sólo de El, entreguemos diariamente al Espíritu Santo el control de nuestra mente, emociones y voluntad.

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.

No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.

El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.” Santiago 1:5-8 

Querido  hermano(a) el grupo de Discipulado estará orando para que este tema no solo sea un estudio intelectual, sino que los mensajes aquí escritos lleguen a su corazón  de tal manera que estas palabras den fruto a su tiempo, como la semilla sembrada, donde el crecimiento esperado lo dará Dios.

“Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.”  1 Corintios 3:7


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