Objetivo: Que al término de la plática el discípulo conozca cada una de las actividades que se desarrollan en la Iglesia para que cuando se integre participe en ellas de manera conciente.
Puntos a tratar:
A. El culto
B. Escuela dominical
C. Domingo "El día del Señor"
D. La ofrenda
E. Organización de la Iglesia
F. Los Sacramentos
La Iglesia local es un conjunto de creyentes que se reúne en el nombre del Señor Jesucristo, para: adorar al único Dios, procurar su propio crecimiento espiritual y trabajar en la salvación de los no creyentes.
Para realizar dichas reuniones, se han dedicado "templos" (edificios o locales) especialmente construidos para que se congreguen los hijos de Dios. Al templo también se le llama "casa de Dios”.
A. El cuIto
Dentro de todas las actividades que se realizan existen reuniones llamadas "el culto" de los hijos de Dios y se reúnen con el propósito de:
- Dar alabanza y adoración a Dios, “Venid, aclamemos alegremente a Jehová; Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con alabanza; Aclamémosle con cánticos.” Salmos. 95:1-2;
“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.” Colosenses 3:16.
- Recibir, aprender y vivir la Palabra de Dios, “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.” Santiago 1:22-25
A.1 Para participar en un culto a Dios se requiere:
La Biblia Que es la Palabra de Dios, inspirada divinamente. Llamada también la Santa Biblia o las Sagradas Escrituras “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo. 3:16-17).
Himnario: Libro de cantos o himnos que expresan a Dios el sentir de los creyentes, “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.” Colosenses. 3:16.
A.2 Un culto generalmente se desarrolla con un orden de actividades, las cuales son:
La alabanza y adoración: Es el momento de glorificar a Dios, de ensalzarlo, bendecirlo, reconocer su grandeza y poder; utilizando himnos, cánticos y oraciones, “Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová. Salmos 40:3; “Cantad a Jehová cántico nuevo;” Salmos149:1;” Venid, aclamemos alegremente a Jehová; Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con alabanza; Aclamémosle con cánticos.” Salmos 95:1-2.
La alabanza y adoración resulta con toda naturalidad como agradecimiento y como bendición por los beneficios recibidos, “Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila”. Salmos 103:1-5.
Durante los coros e himnos que se cantan a Dios se acostumbra levantar una o las dos manos, como señal de que estamos seguros y de acuerdo con lo que se canta y además para alabar a Dios con nuestras manos, “Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.” Salmos 28:2.
En el desarrollo del culto la alabanza a Dios no cesa. Cada congregante tiene libertad de expresar palabras de adoración o exaltación a Dios, como: iGloria a Dios! iAleluya! iAmén! (que significa "Así sea"), alabanzas a Cristo!, etc., siempre manteniendo orden. Asistimos a la casa de Dios porque lo amamos y anhelamos estar en su templo, “Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.” Salmos 122:1; “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,” Salmos 27:4; “Bienaventurados los que habitan en tu casa; Perpetuamente te alabarán” Salmos 84:4.
Momento de testimonios: Momento en que los congregados narran (testifican) de los beneficios recibidos de Dios en su vida diaria; en necesidades espirituales, económicas, familiares, sanidades, etc.; como respuesta a su oración, “En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos” Salmos 18:6;
“Jehová sacó a luz nuestras justicias; venid, y contemos en Sion la obra de Jehová nuestro Dios.” Jeremías 51:10.
Momento de ofrendar: Es un momento dedicado para que cada creyente deposite (aporte) su donativo voluntario, para el sostenimiento de la obra de Dios, depositándolo generosa y alegremente. “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Malaquías 3:10
Sermón: Llamado también tema o predicación. Es la exposición verbal de la Palabra de Dios, adaptada a la necesidad del oyente y basada en una verdad bíblica. Tiene la finalidad de propiciar el crecimiento espiritual de cada creyente y llevarlo a practicar las enseñanzas divinas.
Oración: Son momentos en que la congregación dedica un tiempo para estar ante la presencia de Dios y platicar con El, disponiéndose para que la Palabra de Dios sea una realidad en su vida. Dios responde con bendiciones manifestando su presencia en los corazones de los creyentes, “Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tu ruego que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.” 1 Reyes 9:3;
“7:7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.” Mateo 7:7
Las oraciones se hacen puestos de pie o de rodillas, ésta última es una posición de humillación y de reconocimiento de la grandeza y poder de Dios, “Porque Salomón había hecho un estrado de bronce, de cinco codos de largo, de cinco codos de ancho, y de altura de tres codos, y lo había puesto en medio del atrio: y se puso sobre él, se arrodilló delante de toda la congregación de Israel, y extendió sus manos al cielo, y dijo:” 2 Crónicas 6:13;
“Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,” Lucas 22:41.
Despedida: Al término del culto se hace una oración de gratitud a Dios, por la bendición de estar en su presencia, por todo lo recibido de Él en dicha reunión. Se recita el Salmo número 23 y/o algunas otras partes de la Palabra de Dios, como declaraciones de seguridad y de victoria en Dios.
El Pastor que está al frente de la congregación despide con la "Bendición Apostólica". Esta bendición tiene su origen en el Nuevo Testamento, y dice así: "La gracia del Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.", 2 Corintios 13:14.
En algunas oraciones congregacionales los creyentes, sienten la presencia de Dios, siendo ésta tan grande que produce en ellos momentos de alegría, de gozo y de paz; tanto que algunos de los creyentes lloran.
B. Escuela dominical
B. Escuela dominical
Es la reunión (departamento o institución) dentro de Iglesia cuya finalidad principal es poner los fundamentos de la fe, de la doctrina y de la vida piadosa del hombre, para que triunfe sobre el pecado. Se le llama dominical por que cada domingo por la mañana los cristianos nos reunimos para aprender las enseñanzas divinas. Como toda escuela, la labor de la escuela dominical es que los oyentes sean atendidos tal forma que aprovechen al máximo lo impartido. Para ello han formado diferentes grupos de cristianos, ubicándolos según sus diferentes edades:
Grupo Infantil
-Lactantes o cuna Hasta 2 años
-Párvulos Hasta 6 años
-Primarios Hasta 12 años
Grupo de Adolescentes
-Secundarios Hasta 15 años
-Intermedios Hasta 18 años
Grupo de Jóvenes
De 18 años hasta que se casen
Grupo de Matrimonios
Grupo de Adultos
-Varones
-Damas
No en todas las congregaciones se forman todos los grupos; dependerá de la cantidad de cristianos, los salones disponibles y los instructores de escuela dominical.
En la Iglesia se cuenta con docentes e instructores que atienden cada grupo en forma específica.
C. Domingo "Día del Señor"
Domingo se deriva del latín "Dominicus-dies" que significa "Día del Señor". Significa también "día consagrado al Señor"
Este día se ha dedicado para el culto y la adoración a Dios y para escuchar sus enseñanzas. Se destina este día porque es el primero de la semana y el Señor Jesucristo resucitó en un día como éste, “Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.” Mateo 28:1-6.
Procuremos por todos los medios posibles no trabajar en el día domingo, si tenemos obligación de hacerlo, pidamos a Dios que nos conceda un trabajo donde no estemos sujetos a ello y asistamos a los cultos de la Iglesia en ese día, como lo hacia la Iglesia primitiva, “El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche.” Hechos 20:7. Los demás días de la semana también hay reuniones cristianas y acudimos a ellas todas las veces que hay oportunidad.
D. La ofrenda.
Son dádivas o donativos económicos O en artículos, que se ofrecen voluntariamente a Dios, en amor y con gratitud, de corazón, según los medios de cada uno, y según haya prosperado. La ofrenda es el resultado de lo que nosotros hemos recibido de Dios. “Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.” 1 Crónicas 29:14
Siempre que asistamos al templo necesitamos llevar nuestra ofrenda y no llegar con las manos vacías. Preparar de antemano, apartando de nuestros ingresos, lo que vamos a dedicar para ofrecer a Dios, “Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías; cada uno con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te hubiere dado” Deuteronomio 16:16-17;
“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;” 2 Corintios 9:6-8;
“En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.” I Corintios 16:1-2.
Las ofrendas son destinadas a varios fines como son:
Para que se extienda el evangelio y envió de misioneros, “Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios.” Filipenses 4:14-18.
Para ayudar a personas con necesidad (viudas, huérfanos, ancianos, etc.). “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.” Hechos 20:35,
“Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.” Gálatas 6:10 (mayormente a los cristianos).
Sostenimiento de pastores, “y no sólo esto, sino que también fue designado por las iglesias como compañero de nuestra peregrinación para llevar este donativo, que es administrado por nosotros para gloria del Señor mismo, y para demostrar vuestra buena voluntad; evitando que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos,” 2 Corintios 8:19-20
Para la edificación y mantenimiento de templos: “Oh Jehová Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para edificar casa a tu santo nombre, de tu mano es, y todo es tuyo.” 1 Crónicas 29:16,
“Y el sumo sacerdote Azarías, de la casa de Sadoc, le contestó: Desde que comenzaron a traer las ofrendas a la casa de Jehová, hemos comido y nos hemos saciado, y nos ha sobrado mucho: porque Jehová ha bendecido su pueblo, y ha quedado esta abundancia de provisiones.” 2 Crónicas 31:10.
Ofrendas para el pago de servicios públicos (agua, luz, teléfono, etc.), “En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa de Jehová, y las reparó.” 1 Crónicas 29:3.
En el Antiguo Testamento Dios establece que la décima parte de los ingresos fuera dada como ofrenda a El, ya que esa parte le pertenece. Esta ofrenda se conoce como el diezmo, “Y cuando este edicto fue divulgado, los hijos de Israel dieron muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra: trajeron asimismo en abundancia los diezmos de todas las cosas.” 2 Crónicas 31:5.
La práctica del diezmo no está ordenada en el Nuevo Testamento; sin embargo, el que da el diezmo y aún más allá del diezmo, reconoce que Dios es dueño de todo lo que posee. Las ofrendas voluntarias pueden ser superiores a las del Antiguo Testamento, incluso al diezmo, en virtud de las muchas bendiciones espirituales y materiales que el Divino Redentor nos concede.
E. La organización de la Iglesia
Como se ha dicho anteriormente, la Iglesia es una congregación de creyentes. Dicha congregación necesita organizarse para funcionar y dar los resultados que Dios ha establecido.
Cada Iglesia local tiene como encargado a un creyente que está seguro de su propia salvación y que sigue la santificación; a él se le llama: Pastor, Siervo, Obrero, etc. Normalmente es el responsable principal de la Iglesia. Ha sido llamado divinamente para predicar el evangelio y para cuidar de un grupo específico de cristianos. Sus funciones son: organizar la Iglesia, promover el evangelismo, la oración y adoctrinar a los creyentes.
Ha sido capacitado en un Seminario o Instituto durante varios años, para atender con mayor eficacia a la Iglesia de Dios.
Hay además del pastor uno o varios pastores llamados: "Co Pastores" y que tienen las mismas cualidades, características, deberes y actividades que el pastor titular. Los Co Pastores son ayuda directa a los Pastores, y pueden realizar actividades de acuerdo a la autorización del Pastor.
Diáconos: Significa uno que auxilia, asiste o ayuda. Se dedican a ayudar o auxiliar al pastor en lo que les indique.
Secretario de la Iglesia: Es un creyente que se encarga de llevar registros, actas y todo lo relacionado con los usos propios de la Secretaría de la Iglesia.
Tesorero: Es un creyente que se encarga de llevar el control, registro y custodia de los ingresos y egresos de la Iglesia.
Directivos de sociedades: La Iglesia está organizada en diferentes grupos llamados sociedades. Estas sociedades tienen también personas responsables de ellas, además son representadas por una directiva la cual se integra con: un presidente, un secretario y un tesorero.
F. Los Sacramentos
La Iglesia de Dios tiene instituido por el Señor Jesucristo dos sacramentos únicamente (actos sagrados ordenados por el Señor Jesucristo) y que son:
- El Bautismo en agua
- La Santa Cena
F.1 El Bautismo en agua, “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;” Mateo 28:19; “
“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Marcos 16:16.
Bautismo: es el sacramento que simboliza el nuevo nacimiento del creyente a quien es administrado. Una vez que el cristiano ha sido bautizado es aceptado como miembro de la Iglesia cristiana puesto que ha dado testimonio público de su fe. Físicamente consiste en la inmersión en agua.
El uso del agua en esta ceremonia es simbólico, pues así como el agua tiene la propiedad de limpiar y purificar, simboliza la limpieza que ha sido efectuada en el creyente por la sangre de Jesús y por el poder del Espíritu Santo, “Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado”. Salmos 51:2
“Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” Isaías 1:18;
“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.” Hechos 22:16.
El bautismo significa que morimos con Cristo mediante nuestra unión con El en su muerte, es decir morimos para el mundo, para el pecado y para todos los deseos carnales, “Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” Romanos 6:4;
“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.” Colosenses 3:1-3;
“sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos” Colosenses 2:12, y resucitamos a una vida nueva.
F 2. La Santa Cena
Es instituida por el Señor Jesucristo, “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.” Mateo 26:26-28. Es el sacramento que simboliza la muerte del Señor Jesucristo y la comunión de los cristianos entre sí y con El, hasta que El vuelva.
También conocida como "el partimiento del pan". Su objetivo es traer a la memoria que Jesucristo fue crucificado para nuestra redención; es un nuevo pacto que Dios hace con el hombre, estando de por medio la sangre de Jesucristo. “y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.” 1 Corintios 11:24-26.
Tiene como elementos el pan y el vino, que son solamente símbolos del cuerpo y la sangre del Señor Jesucristo, y que nos recuerda su sacrificio en la cruz. Pero el pan y el vino, tanto antes como después de la consagración (oración y dedicación), no son otra cosa que pan y vino. Son símbolos y nada más.
Para participar de la Santa Cena se necesita ser bautizado en agua.
Querido hermano(a) el grupo de Discipulado estará orando para que este tema no solo sea un estudio intelectual, sino que los mensajes aquí escritos lleguen a su corazón de tal manera que estas palabras den fruto a su tiempo, como la semilla sembrada, donde el crecimiento esperado lo dará Dios.
“Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.” 1 Corintios 3:7
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