viernes, 9 de septiembre de 2011

TEMAS DISCIPULADO BÁSICO

INTRODUCCIÓN:
Los hombres soñamos, planeamos y nos esforzamos en cumplir nuestros planes, sin embargo no podemos garantizar que estos planes se cumplirán. Solo lo intentamos. En cambio cuando Dios se propone algo, irremisiblemente se cumplirá.
Por eso cuando nos asociamos a sus planes nos asociamos a todo su poder.
La Gran Comisión, enunciada por Jesús en Mateo 28:19-20, es la invitación de Dios a ser parte del proyecto más grande de la historia. Todo el poder de Dios se pone allí en juego.

“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.” Mateo 28:18

El poder no esta en nosotros, sino que el desafío es que nosotros nos ponemos sobre él y somos llevados por su poder.

“EL CUMPLIMIENTO DE LA GRAN COMISIÓN”
Tres  áreas vitales

Ø  El evangelismo
Ø  El Discipulado
Ø  La intercesión

En el discipulado la atención espiritual nos lleva a sumir una relación PADRE A HIJO con el nuevo creyente que es un bebé espiritual. Juan 3:5, significa establecer una relación de uno a uno por parte de un cristiano maduro ante un creyente nuevo para ayudarlo en su alimentación y crecimiento.
La atención espiritual no es un simple método, implica TRANSMISIÓN DE VIDA, mi vida con Cristo.

Cuando estoy realizando un discipulado debo preguntarme:
¿Estoy entreteniendo o estoy entrenando a los Hnos. Nuevos?
Debo Transmitir a Jesús.


 “…Levántate, y manos a la obra; y Jehová esté contigo.”

LAS CUATRO LEYES ESPIRITUALES QUE GOBIERNAN NUESTRA RELACIÓN CON DIOS:

Primera Ley:
Dios le ama y tiene un plan maravilloso para su vida.

La Palabra de Dios, la Santa Biblia, nos dice lo mucho que Dios se preocupa por nosotros:

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”Juan 3:16.
“...; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10

 
Segunda Ley

El hombre es pecador debido a su terca y egoísta voluntad, escogió su propio camino y su relación con Dios se interrumpió:


 
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”Romanos 6:23


“Dios es santo y el hombre es pecador y un gran abismo los separa. Las flechas de la gráfica anterior señalan que el hombre está continuamente tratando de alcanzar a Dios y la vida abundante mediante sus propios esfuerzos, tales como: Las buenas obras, la filosofía, la religión, etc.”.

Tercera ley:


La única forma de cruzar este abismo. Jesucristo es la única provisión de Dios para el pecador. Solo en El puede usted conocer y experimentar el amor y el plan de Dios para su vida.

La palabra de Dios enseña que Jesús murió en nuestro lugar.

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
Romanos 5:8

“Jesús es el único camino hacia Dios”

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”
Juan 14:6



Dios nos ha librado del abismo que nos separa de El, al enviar a su Hijo Jesucristo, a morir en la cruz en nuestro lugar, para pagar el precio de nuestro pecado.


Cuarta Ley:


Debemos individualmente de recibir a Jesucristo como Señor y Salvador, para poder conocer y experimentar el amor y el plan de Dios para nuestras vidas heredando una nueva y maravillosa posición. La Biblia dice:

“Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;” Juan 1:12

¿Cómo recibimos al Señor?, por medio de la fe

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” Efesios 2:8-9

Cuando recibimos a Jesucristo en nuestra vida, experimentamos el nuevo nacimiento. Somos completamente transformados.

Jesucristo está esperando entrar a tu vida ahora mismo:

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Apocalipsis3:20


Ahora que hemos recibido a Jesucristo en nuestro corazón, el siguiente paso es darle el control de nuestra vida para agradarle a El, y por otra parte tener la seguridad en Dios, al recibir bendiciones en todas las cosas que emprendamos.
¿Cuál de los dos círculos representa mi vida?

CONFESIÓN DE FE
Señor Jesucristo, quiero conocerte personalmente.
Gracias por morir en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y por darme vida eterna. Toma control del trono de mi vida y hazme la clase de persona que tu quieres que sea.


>>>>>>>REGRESAR A LOS TEMAS DE DISCIPULADO BÁSICO

El Plan de Dios para Salvación. (Primera Parte)

Puntos a tratar:

  1. ¿Que es la Salvación?
  2. ¿Por qué necesitamos ser salvos?
  3. ¿De que necesitamos ser salvos?

Es necesario que antes de estudiar este tema, el nuevo creyente tome  la decisión de  recibir a Cristo Jesús como su Salvador.


A. ¿Qué es la Salvación?

El diccionario dice que salvar es: Librar de un peligro. Evitar un riesgo.  Poner en lugar seguro. Pasar por encima de un obstáculo. Probar jurídicamente la inocencia de una persona. Alcanzar la gloria eterna.

El mensaje central de toda la Biblia es la salvación del hombre. Por eso cuando los cristianos compartimos la experiencia de la salvación utilizamos la Biblia; también la usamos porque a nosotros nos ha beneficiado y hemos comprobado que es la Palabra de Dios.

En Galatas 1:4 dice que Jesucristo se dio a si mismo para librarnos del presente siglo malo. En 2 Timoteo 4:18 se afirma que Jesucristo (El Señor) librara de toda obra mala y colocara en un lugar seguro (reino celestial) a los que creen en El. También dice en 1de Pedro 1:18-19  Sabiendo que fuiste rescatados de vuestra vana manera de vivir…con la sangre preciosa de Cristo”; y en Romanos 8:2 declara: “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”.

En el sentido espiritual la salvación es el acto por medio del cual Jesucristo nos rescata de todo lo malo y sus consecuencias, nos liberta del pecado (un obstáculo) y de la muerte, y no solo, eso sino que nos coloca en un lugar seguro que jamás será destruido


B. ¿Por qué necesitamos ser salvos?

Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente,”  Lucas 13:3.

“Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios?  ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?  Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,  el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:  vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,  pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia;  tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego,” Romanos 2:2-9

“...No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. ... Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de paz.  No hay temor de Dios delante de sus ojos.” Romanos 3:12, 14-18

“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,…”  Isaías 53:6

por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,” Romanos 3:23

La humanidad en general practica lo malo y esa actividad amerita ser castigada; mientras no sea salvo padecerá desventuras, dolor, miserias y angustias, sin que tengan ninguna esperanza; y si persiste sufrirá la condenación eterna. El hombre necesita ser salvo porque está en peligro permanente de destrucción.

Dios creo al hombre para que fuera dichoso. Desde el principio de la creación Dios bendijo al hombre y lo puso como administrador de todo lo que  Él  había hecho: Peces, Aves, bestias, plantas, árboles, frutos,  etc.

El hombre es la única criatura que Dios hizo con atributos de personalidad ya que lo doto de sentimientos, pensamientos y deseos; en este aspecto Dios le dio al hombre el privilegio de ser semejante a Él, y por si fuera poco lo hizo Señor del mar, del cielo y de la tierra, siendo  que el hombre en nada intervino para  la formación del universo; incluso el hombre fue puesto en la tierra cuando ya todo estaba creado, Génesis 1:26. El hombre es la corona de la creación de Dios, porque  ¡Dios es Amor!.

El plan general para la humanidad es plena felicidad, pero esta en riesgo y Dios es el más interesado en su cumplimiento, tanto que ha dado a su Hijo para nuestra total dicha.


C. ¿De que necesito ser salvo?

“Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.” Romanos 7:21

“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres ... Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades;  murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres,  necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;  quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.”  Romanos 1:18, 28-32

“Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,  el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:  vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,  pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia;”  Romanos 2:5-8

“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.  Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,  traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, ... mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.”  2Timoteo3:1-4 y 13

“Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,”  Hebreos 9:27

“Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.”  Juan 8:34

El origen de todas las desdichas y frustraciones del hombre, se encuentra en la práctica de la maldad. En las sociedades modernas es común que sus integrantes cometan perversidades que les ofenden a ellos, a sus semejantes, a sus familiares, y a Dios; y esto no les causa ninguna preocupación aparente, pero no se dan cuenta que están sembrando la destrucción de su presente y su futuro. Finalmente recibirán ira, engaño, condenación y desdicha eterna.

El hombre necesita ser salvo del pecado, porque lo esta esclavizando; aunque muchos desean abandonar su conducta sucia y experimentar paz agradable, la maldad es mas fuerte que ellos y por sus fuerzas jamás podrán librarse; consecuentemente tampoco escaparan del castigo presente ni del castigo eterno.

Querido  hermano el grupo de Discipulado estará orando para que este tema no solo sea un estudio intelectual, sino que los mensajes aquí escritos lleguen a tu corazón  de tal manera que estas palabras den fruto a su tiempo, como la semilla sembrada, donde el crecimiento esperado lo dará Dios.
“Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.”  1 Corintios 3:7

EL PLAN DE DIOS PARA LA SALVACIÓN ( Segunda Parte )

Puntos a Tratar:
¿Quién puede salvar?
¿Quién puede ser salvo?
¿Cómo ser salvos?
¿Quién puede salvar?
“¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?,”  Romanos 7:24.
El Apóstol Pablo exclamó su impotencia humana cuando se dio cuenta de que el mal estaba en él. Esta misma expresión es un clamor mundial que ha permanecido por siglos; es por ello que el temor de la muerte, de la desolación, del hambre, de los vicios, de la pobreza, etc.; esta devastando las comunidades en todos sus niveles y no se observa escapatoria alguna sino completa destrucción.
Los hombres lo han intentado todo: Religiones, filosofías,  sistemas políticos, ciencias, artes, deportes, moralidad; pero no han acudido al Creador universal, al que diseñó un plan de dicha eterna, al único Dios vivo y verdadero.
"...Cristo padeció por nosotros,...el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba,...quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros...vivamos a la justicia...", 1 Pedro 2:21-24.
"Y este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y ésta vida está en su Hijo.", 1 Juan 5:11.
"Este Jesús...Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.". Hechos 4:11-12.
¡Gloria a Dios' ;Solo Jesucristo puede salvarnos de la muerte, del pecado y de la desdicha
"Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro", Romanos 6:23.
"...y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.", 1 Juan l:7.
"y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión...así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos;...", Hebreos 9:22 y 28
“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia.“  Efesios 1:7
¿Quiénes pueden ser salvos?
"...Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.", Hechos 16:31.
'.El que en él cree no es condenado. .." , Juan 3:18.
'.El que cree en el Hijo (Jesucristo) tiene vida eterna; ...", Juan 3:36.
"...si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.", Romanos 10:9.


Creer: Tener por cierto una cosa.
Ya hemos considerado que la generalidad de los hombres está en un gran riesgo y necesita ser salvo, si es que desea gozar la felicidad preparada por Dios, desde antes de la fundación de los siglos. También sabemos que solamente Jesucristo puede salvarnos por su sacrificio en la cruz. Ahora Dios nos responde: Cree en Jesucristo y serás salvo.
Una gran cantidad de personas dice creer en Dios y creer en Jesucristo; en realidad su afirmación no coincide con el creer que señala la Biblia. Puede decirse que ellos se refieren al creer intelectual y no es suficiente para ser salvo.
Cuando alguien cree genuinamente en Jesucristo, actúa diferente; reconoce su suciedad espiritual; se avergüenza de su pecado; desea intensamente ser perdonado; se humilla ante la santidad de Dios; quiere cambiar sus actitudes ofensivas, sus pensamientos torcidos y sus apetitos descontrolados y se convulsionan todos sus valores antiguos, sólo entonces está preparado para dar el último paso a la salvación divina.
En este asunto de la salvación no importa la condición social, o económica; tampoco interviene el nivel cultural o el conocimiento de una religión; lo único que Dios requiere es una persona sincera y honesta con respecto a su pecado.
¿ERES TÚ LA PERSONA QUE DIOS BUSCA?
F. ¿cómo ser salvo?
"Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,",Hechos 3:19.
"Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad y ruega a Dios si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón.” Hechos 8:22
"Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;" Hechos 17:30.
"El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento." 2 Pedro 3:9
"Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación,... pero la tristeza del mundo produce muerte. 2 Corintios 7:10
La persona que quiera ser salva por Jesucristo está invitada para que se arrepienta de todo el pecado que hasta ahora ha cometido; una plática sincera del pecador hacia Dios le permitirá confesar sus acciones y suplicar el perdón divino. Esta súplica tiene solo un respaldo: El sacrificio de Jesucristo, sin este sacrificio no habría ninguna esperanza. El pecador necesita saber que depende de Dios el perdonar por su buena voluntad y esta sujeto a la piedad de quien nos creó y nos ama con amor eterno.



Querido  hermano el grupo de Discipulado estará orando para que este tema no solo sea un estudio intelectual, sino que los mensajes aquí escritos lleguen a tu corazón  de tal manera que estas palabras den fruto a su tiempo, como la semilla sembrada, donde el crecimiento esperado lo dará Dios.
“Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.”  1 Corintios 3:7

LA ORACIÓN

Objetivo: Enseñar al recién convertido a comunicarse con Dios. La oración es el medio al cual el cristiano recurre para expresarle a Dios sus sentimientos, necesidades y propósitos. Para que nuestra oración alcance la mayor eficacia posible, estudiaremos en este tema los siguientes aspectos:

  1. ¿Qué es la oración y para que nos sirve?
  2. Aspectos básicos de una oración eficaz
  3. Principales elementos de la oración
  4. Posibles estorbos en la oración
  5. Recomendaciones complementarias.

1.- ¿Qué es la oración y para que nos sirve?

Orar es platicar o hablar con Dios, esto puede ser con palabras o en el pensamiento, tan sencillo como dialogar con otra persona, que podría ser un familiar o un amigo. Así es la oración, el medio por el cual nosotros podemos platicar con Dios con toda la confianza y familiaridad más íntimas.

En el proceso de la comunicación, para que ésta sea efectiva se requiere por lo menos que haya una persona que hable un mensaje, y otra persona que escuche y dé una respuesta. En la oración nosotros hablamos y le hacemos llegar a Dios nuestro mensaje, El nos escucha y nos responde (la mayoría de las veces por medio de la Biblia).

La Biblia nos revela  una cantidad considerable de motivos para orar. Conocer algunos de estos propósitos nos servirán de motivación para reforzarnos en dedicar cada día el mayor tiempo posible para orar.

Algunos de esos propósitos son:

·         La oración satisface las necesidades más profundas del corazón humano, solo la oración enfrenta la soledad profunda e íntima y la inquietud del corazón humano.

“Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.”  Salmos 42:1;

“Dios, Dios mío eres tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,” Salmos 63:1

 “Como de meollo y de grosura será saciada mi alma,
Y con labios de júbilo te alabará mi boca,
Cuando me acuerde de ti en mi lecho,
Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.
Porque has sido mi socorro,
Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
Está mi alma apegada a ti;
Tu diestra me ha sostenido.”  Salmos 63:5-8.

  • La oración es un medio que Dios nos ha dado para contrarrestar el temor. El temor y la ansiedad son experiencias que ya no inquietan a los cristianos; cuando Cristo entra en nuestro corazón somos liberados de ellos, y mientras más oramos menor es la posibilidad de que ensombrezcan nuestra vida.

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7;

echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” 1Pedro 5:7

  • La oración es el medio para comunicar nuestras necesidades y preocupaciones a Dios. La oración es un medio legítimo para comunicarle a Dios nuestras necesidades (espirituales, físicas, emocionales y económicas)  y no tan solo las nuestras, sino las de todos aquellos que nos rodean, tales como: Instituciones, proyectos y personas,

“No pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones Jehová las arroja de delante de ti. No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.  Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú. Acuérdate, no olvides que has provocado la ira de Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis sido rebeldes a Jehová. En Horeb provocasteis a ira a Jehová, y se enojó Jehová contra vosotros para destruiros. Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua;” Deuteronomio 9:4-9;

“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,” 1Timoteo 2:1-3

“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” Hebreos 4:16;

“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.” 1Juan 5:14

  • La  oración nos ayuda en nuestra lucha contra el pecado y la tentación. Las Sagradas Escrituras revelan claramente que un propósito importante para la oración es pedir y obtener la fortaleza y sabiduría para combatir la tentación  y así lograr la victoria.

“Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.” Mateo 6:13

“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” Mateo 26:41

“Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros, y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe. Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.” 2Tesalonicences 3:1-3

Creemos que  estos aspectos son suficientemente poderosos para motivarnos a una vida profunda de oración, que traerá como consecuencia la manifestación del gran poder de Dios  en nuestras vidas.

2.- Aspectos básicos de una oración eficaz.

Eficaz: Que logra un propósito.

La oración es el medio más efectivo para alcanzar una vida de poder espiritual, en Dios; por lo cual nuestro enemigo principal, que es Satanás, hará todo lo posible para impedir que oremos. Si nosotros queremos evitar esto, es importante considerar detenidamente los siguientes aspectos esenciales:

Fe:
Esta se aplica principalmente en dos formas, primero en creer que cuando oramos pasa algo. La Biblia dice: “…La oración eficaz del justo puede mucho.” Santiago 5:16. Es por esto que cuando oramos creemos en las promesas registradas en la Biblia tocante a la oración.  Una de las promesas Bíblicas dice: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.” Mateo 7:7 

Sabemos por la Palabra de Dios que la fe es:
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.  Hebreos 11:1

También la Biblia nos dice como obtener la fe:
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”  Romanos 10:17

Insistencia y resolución: Significa cultivar el hábito de orar diariamente. La palabra resolución implica compromiso firme en relación con la tarea de orar  diariamente.

Resistencia: Debemos cultivar la resistencia a todos los impedimentos contra la oración. Para que nuestra oración sea eficaz, tenemos que oponernos a todo impedimento que Satanás puede usar contra nosotros, como: El cansancio, una mente divagante, la culpa innecesaria, los sentimientos de indignidad, las interrupciones constantes, la doctrina defectuosa y la sequedad emocional. El salmista David demostró este espíritu de resistencia cuando dijo:

“Perseguí a mis enemigos, y los alcancé,
Y no volví hasta acabarlos.
Los herí de modo que no se levantasen;
Cayeron debajo de mis pies.
Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea;
Has humillado a mis enemigos debajo de mí.
Has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas,
Para que yo destruya a los que me aborrecen.
Clamaron, y no hubo quien salvase;
Aun a Jehová, pero no los oyó.
Y los molí como polvo delante del viento;”
Salmos 18:37-42

Dependencia: Cuando el cristianismo ora cultiva el hábito de depender del Espíritu Santo. El  Doctor A. C. Dixon, dijo: “Cuando dependemos de la organización, conseguimos lo que puede conseguir la organización; cuando dependemos de la educación, alcanzamos lo que puede alcanzar la educación; cuando dependemos de la elocuencia, obtenemos lo que puede obtener la elocuencia. Pero cuando dependemos del Espíritu Santo, conseguimos lo que puede conseguir Dios”. Es necesario pedirle al Espíritu Santo que nos dirija en nuestra oración ya que el Señor Jesucristo dijo que Él nos conduciría a toda verdad,  “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.”  Juan 16:13. 

3.-Principales elementos de la oración.

La alabanza: Comenzar a orar con “alabanza” a Dios. En otras palabras, la alabanza es “adoración expresada”. Es el acto de dirigir la atención al Señor con palabras que le manifiesten nuestro amor extremo. La Biblia dice: Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán.”  Salmos 63:3. Alabar es reconocer a Dios por lo que es y por lo que ha hecho. Es amarlo y adorarlo con palabras.

La confesión: Reservar un tiempo para “confesión”. Este aspecto de la oración incluye una “Limpieza  expresada”. Al respecto, Pablo dijo: “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”  2Corintios 7:1.  ¿Cómo nos Limpiamos? Sin duda una parte importante  de la oración, esta constituida por los tiempos de confesión y arrepentimiento. Al respecto, el salmista dijo: Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.”  Salmos 32:5.

La  intercesión: Santificar una parte de nuestro tiempo para interceder. En otras palabras, la intercesión es “Lucha solidaria”. Pablo les dijo a los cristianos de Roma: Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios,  para que sea librado de los rebeldes que están en Judea, y que la ofrenda de mi servicio a los santos en Jerusalén sea acepta;”  Romanos 15:30-31

El Apóstol expresaba la necesidad del amoroso compromiso de los demás cristianos en su lucha, mediante las oraciones intercesoras.

La petición: Nuestra oración necesita incluir un tiempo para las “peticiones” personales. Esta clase de oración se ha definido mejor como  “deseos expresados”. En los Salmos más de cincuenta pasajes incluyen diferentes expresiones como:  “Límpiame”, “ayúdame” o “susténtame”. En cada caso, el salmista pide la específica intervención  de Dios en sus asuntos personales. Jesús también nos proporcionó un ejemplo de petición cuando nos enseño a orar: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy” Mateo 6:11.

La acción de gracias: Ninguna oración está realmente completa sin la “acción de gracias”. Consiste en la “gratitud expresada”. A los cristianos Colosenses, Pablo les escribió: “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;” Colosenses 4:2.

“Dios merece toda nuestra gratitud, por que nos escucha, nos comprende y nos responde”.

4.- Posibles estorbos en la oración.

Es necesario que el nuevo creyente conozca los posibles estorbos que pueden surgir al orar. La Biblia trata estos obstáculos de la oración y nos advierte sobre ellos

El no estar orando con fe o creyendo
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios;...”Hebreos 11:6

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”  Santiago 1:5-8

Simplemente el no estar orando suficiente o pidiendo realmente por algo específico.
“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.”  Mateo 21:22

Estar pidiendo por motivos equivocados (egoísmo)
“Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.”  Santiago 4:3

El tener problemas conyugales no resueltos, 
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.”1Pedro 3:7

Estar viviendo fuera de la voluntad de Dios (con pecados no confesados).
“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” 1Juan 5:14-5 

5.-Recomendaciones complementarias.

Pedir al  Padre en el nombre de Jesús.
“En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.”
“Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.”  Juan 16:23-24

Oremos en términos específicos, no en términos vagos.
“Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino”. Marcos 10:46-52

Orar conforme a la voluntad de Dios.
Hay muchas peticiones que están en contra de la voluntad de Dios, revelada en la Biblia.
“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”
1Juan 5:14-15

“Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.”
Santiago 4:3

Orar con un corazón limpio y con espíritu de amor y de perdón.
“Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos. Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.” Isaías 1:15-17


Querido  hermano(a) el grupo de Discipulado estará orando para que este tema no solo sea un estudio intelectual, sino que los mensajes aquí escritos lleguen a tu corazón  de tal manera que estas palabras den fruto a su tiempo, como la semilla sembrada, donde el crecimiento esperado lo dará Dios.
“Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.”  1 Corintios 3:7


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LA DEIDAD DEL SEÑOR JESUCRISTO

Objetivo: Que el nuevo creyente conozca a Jesucristo como el único Dios verdadero.

Referencias Bíblicas:
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14:6

Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. “ Gálatas  4:4-5

“dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.”  Efesios 1:9-10

“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.”  Hebreos 2:14-17


Introducción.

Si se interroga a un grupo de personas: ¿Quien es Jesucristo? las respuestas serían diversas; un gran líder, un brillante filósofo, el más grande maestro. Sin embargo faltaría agregar la principal, la contestación que dio uno de sus discípulos cuando Jesús hizo la misma pregunta, ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?”  Pedro respondió por revelación de Dios "... Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente", Mateo 16:13-16.

En este tema hablaremos de que Jesucristo es Dios

Puntos a tratar:

1.   Humanidad de Jesucristo
Nacimiento Humano
Jesús se llama  a si mismo El Hijo del Hombre
“Y aquel Verbo fue hecho carne”


2.   Divinidad de Jesucristo
Hijo de Dios
Se le llama Dios
Se le llama Señor

3.   La obra de Cristo
La muerte de Cristo
La resurrección de Cristo
La ascensión y exaltación de Jesucristo.

Humanidad de Jesucristo.

Nacimiento humano.

La Biblia enseña claramente que tuvo nacimiento humano: Que nació de mujer, la virgen Maria, El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando María su madre, desposada con José antes que se unieran, se halló que ella había concebido del Espíritu Santo”  Mateo 1:18.
“Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. “ Mateo 2:11
“Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. “ Mateo 12:47

Al  nacer así, de una mujer, Jesucristo se sujetó a todas las condiciones de una vida humana, y de un cuerpo humano; es sin lugar a duda, humano, siendo de la misma “simiente de mujer” aun así no debemos de perder de vista que en el nacimiento de Jesucristo hubo circunstancias sobrenaturales, Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. “  Lucas 1:35

Jesús fue concebido por el Espíritu Santo sin intervención humana en el seno de Maria. Y la cualidad de toda la vida de Jesús está en armonía con la manera  de su nacimiento, aquel que vino al mundo por el nacimiento virginal, vivió una vida de perfección absoluta, siendo éste un milagro tan grande como aquel. Nació milagrosamente, vivió milagrosamente, resucitó milagrosamente y dejo este mundo milagrosamente.

Jesús se llama a sí mismo el Hijo del Hombre.
De acuerdo al uso Hebreo “hijo de” denota relación y participación. Por ejemplo: “…Los hijos del reino…”  Mateo 8:12  son aquellos que compartían sus verdades y bendiciones;  “…hijo de perdición…” Juan 17:12 es uno destinado a sufrir la perdición y la ruina. Por lo tanto, “Hijo de Hombre” significa principalmente uno que comparte la naturaleza humana y las cualidades humanas.  Aplicado a Cristo, la frase “El Hijo del Hombre” le designa como participante de la naturaleza y las cualidades humanas,  y lo sujeta a las fragilidades  del hombre, pero al mismo tiempo, este mismo título indica  su deidad (que es un ser divino) y su identificación en forma definida con la humanidad, como representante y Salvador.

Nótese que se trata del Hijo de Hombre por excelencia, y no simplemente de un hijo de hombre, “Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.”  
Pero para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (dijo entonces al paralítico): Levántate, toma tu camilla, y vete a tu casa”.  Mateo 8:20    9:6
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” Lucas 19:10
Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre? Lucas 22:48

La humanidad del Hijo de Dios era verdadera y no fingida. Según  la Biblia, en realidad sufrió hambre, la sed, el cansancio, el dolor y estuvo sujeto en general a las debilidades de  la naturaleza humana, pero sin pecado, “Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.”  Mateo 4:2  
“Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed.”  Juan 19:28;
“Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.” Juan 4:6
 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.  Juan 19:30

“Y aquel Verbo fue hecho carne,…” Juan 1:14

Los  hebreos comúnmente se referían a Dios con una palabra equivalente a “El Verbo”. Sobre esta verdad se basa la doctrina de la encarnación, que significa que Dios,  (es decir, el Hijo de Dios) se hizo hombre, permaneciendo como Dios, asumió o tomó una nueva naturaleza, es decir la humana, uniendo esta naturaleza a la divina en un solo ser o persona: Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.” Juan 17:3
“Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. “ 1Juan  5:20

Divinidad de Jesucristo

Hijo de Dios

De la misma manera que la frase “Hijo de Hombre” significa nacido de hombre, así también “Hijo de Dios” significa nacido de Dios; de ahí que este título proclama que Cristo es Dios. A Jesús no se le denomina El Hijo de Dios, en el sentido general en que los hombres y los ángeles son hijos de Dios, es el Hijo de Dios por excelencia, en sentido especial y único; las citas Bíblicas que contienen este título son numerosas: Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.”  Mateo 16:16
Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?”  Mateo 8:29
Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.“  Mateo 14:33
El principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.“  Marcos 1:1
“Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. “  Lucas 1:35
También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo.“  Lucas 4:41
Jesucristo al llamarse a sí mismo Hijo de Dios, Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo”  Marcos 14:61-62
Refleja una identidad de esencia que le hace no sólo semejante a Dios; sino Dios mismo. El es por consiguiente, el Hijo único,  tan estrechamente unido a la íntima naturaleza divina. El expresa, que está en el mismo seno del Padre o sea El es Dios.

Se le llama Dios
“…y el Verbo era Dios” Juan 1:1
Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!“ Juan 20:28
Esta confesión de fe fue aceptada por Cristo, lo que equivale a aceptar la divinidad. Hay otros pasajes Bíblicos en que a Cristo se le llama Dios:
aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,“  Tito 2:13.

Su mismo nombre lo confirma “Emmanuel”  que traducido es “Dios con nosotros”
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” . Isaías 7:14

Se le llama Señor
Este es uno de los títulos más comunes de Jesús, indica su deidad, exaltación y soberanía. El titulo de “Señor” cuando se colocaba antes de un nombre, proporcionaba la idea de deidad tanto para los judíos como para los gentiles. El vocablo “Señor” en el idioma griego (Kurios) fue el equivalente de Jehová Dios en la traducción griega del Antiguo Testamento, por lo tanto, cuando los judíos llamaron Señor a Jesús le atribuían la deidad. Cuando el emperador romano se refirió a sí mismo “Señor Cesar”, y les requirió a sus súbditos que dijeran “Cesar es Señor”, los gentiles entendieron que el emperador reclamaba para sí la divinidad. Los creyentes entendieron de esa manera el vocablo y escogieron mejor sufrir la persecución, que asignar a un hombre el titulo que pertenece solamente a  uno verdaderamente divino.
“Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.“ Juan 13:13-14

Solo a El, a quien Dios había exaltado, le atribuirían señorío y le adorarían, por tal motivo a Jesucristo se le asigna culto divino.

La Biblia reconoce que el culto se debe a Dios, solo a la divinidad  “Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás”  Mateo 4:10.
El ángel no le permitió a Juan, postrarse a sus pies,  “Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas.
Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro Adora a Dios.” Apocalipsis 22:8-9

Pedro insto a Cornelio que no lo adorara; sin embargo, Jesús aceptó tal culto sin titubear,  “Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre.”  Hechos 10:25-26
“Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!”  Juan 20:28

La obra de Cristo

Cristo realizó muchas obras, empero la obra por excelencia que realizó fue el morir por los pecados del mundo, “Ella dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”  Mateo 1:21 
“El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” Juan 1:29

Están incluidas en su obra expiatoria: Su muerte, resurrección y ascensión. No solamente resucitó de los muertos por nosotros, sino que ascendió para interceder por nosotros, ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.”  Romanos 8:34

La muerte de Cristo
El acontecimiento extraordinario y la doctrina central del Nuevo Testamento puede ser sintetizada en las siguientes palabras: Cristo fue muerto (el acontecimiento) por nuestros pecados (la doctrina),  Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;”  1Corintios 15:3
La muerte expiatoria de Cristo es la característica única del cristianismo que le hace ser verdadera y ser la revelación suprema de Dios a todos los hombres.

Expiación: Borrar las culpas. Sufrir el delincuente la pena impuesta por los tribunales.

La expiación está unida a la obra de Cristo, El no fue un maestro religioso, un filántropo o modelo de costumbres, sino mucho más. Primera y principalmente El es el Salvador y Redentor del mundo. Cristo con su muerte reconcilió al hombre con Dios.
“Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;”  Colosenses 1:21-22

La resurrección de Cristo

La resurrección de Cristo es el milagro por excelencia del cristianismo. La realidad de este acontecimiento ha sido establecida por varias evidencias históricas. Además es el milagro sobre el cual se sustenta toda la fe cristiana; pues el cristianismo es una fe histórica, que basa sus enseñanzas en acontecimientos que ocurrieron en Palestina hace unos  Diez y nueve siglos. Estos acontecimientos son el nacimiento y ministerio de Jesucristo, que culminó con su muerte, sepultura y resurrección. De estos, la resurrección es la corona, puesto que si Cristo no resucitó, luego no es lo que afirma ser, su muerte no fue entonces una muerte expiatoria; luego los cristianos han sido engañados por siglos; empero, gracias a Dios, podemos afirmar con seguridad: Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.”  1Corintios 15:20

De esta manera la resurrección significa que Jesús es todo lo que afirmó ser: Hijo de Dios, Salvador, Señor;  “que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,”  Romanos 1:4

El mundo respondió a las afirmaciones y derechos de Jesús enviándolo a la cruz; Dios respondió resucitándole.

Significa que la muerte expiatoria de Jesucristo fue una realidad. Solo así el hombre puede hallar perdón para todos sus pecados y hallar paz con Dios, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.”
Romanos 4:25

La ascensión y exaltación de Jesucristo
Se refiere a aquel hecho en la vida de nuestro Señor resucitado por el cual se separó visiblemente de sus discípulos para ir al cielo. Este hecho está relatado en  Hechos 1:9-11  Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”
Asegurando,  además que de la misma manera regresaría por su Iglesia, ya que está preparando el camino para cumplir así  su promesa: Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.”  Juan 12:26.

La exaltación de Jesucristo significa aquel hecho de Dios por el cual el Cristo resucitado y ascendido recibe el lugar de poder  a la diestra de Dios, Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,” Filipenses 2:9
la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,” Efesios 1:20-22,  y continua con su ministerio ya que intercede por nosotros ante el Padre.


Querido  hermano(a) el grupo de Discipulado estará orando para que este tema no solo sea un estudio intelectual, sino que los mensajes aquí escritos lleguen a su corazón  de tal manera que estas palabras den fruto a su tiempo, como la semilla sembrada, donde el crecimiento esperado lo dará Dios.
“Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.”  1 Corintios 3:7